Nos encontrarás justo debajo del balcón natural que precede al caserío Mañe-Azpi, en un taller artesanal familiar de repostería y pan, emplazado en el mejor mirador de la zona, donde se forjan esos pasteles, panes y delicias de infinita variedad y frescura que se pueden adquirir ahí mismo, degustarlas en el hotel, recibirlas sin moverte de casa o descubrirlas en infinitos rincones.